Roma… La ciudad eterna…
Acabo prácticamente de aterrizar y ya estoy deseando volver. Roma no se puede explicar, simplemente hay que verla y maravillarse con los monumentos tan impresionantes que tiene.
Hay muchísimas cosas que ver, pero al menos esto no te lo puedes perder:
- Fontana di Trevi: la fuente más bonita que nunca he visto. Impresiona cómo una fuente tan grande cabe en una plaza tan chiquitina. Es tradición tirar una moneda al agua y esperar que el mito se cumpla: si tiras una moneda volverás a Roma, si tiras dos conocerás a un/a guapo/a italiano/a y si tiras tres te casarás con ese/a italiano/a.
- Coliseo: sobrecoge a pesar de que solo quede de él su estructura de ladrillo. Es algo que hay que ver, no se puede explicar.
- Arco de Constantino: junto al Coliseo, es una belleza.
- Foro Romano: pasear por las mismas calles por las que paseó Julio César es un lujo que no te deberías perder.
- Panteón de Agripa: presume de ser el edificio mejor conservado de la antigua Roma. Su cúpula es impresionante.
- Plaza Navona: es la más famosa de Roma. En ella se alza la estatua de los Cuatro Ríos (diseño de Bernini), la de Neptuno y la del Moro. Está llena de artistas callejeros y vendedores ambulantes.
- Plaza de España: famosa por su escalinata.
- Plaza y basílica de San Pedro: es el templo más grande e importante de la Cristiandad. Alberga muchas obras de arte entre las que destaca la famosa Pietà de Miguel Ángel. Son muy estrictos con la vestimenta y no te dejan entrar si vas en minifalda, pantalones cortos o camiseta sin mangas.
- Museo Vaticano y Capilla Sixtina: albergan una de las colecciones de arte más importantes del mundo, la mayor parte son esculturas clásicas aunque también hay arte egipcio y etrusco. Ve con calzado muy cómodo porque vas a andar muchísimo antes de llegar a la Capilla Sixtina y ver los espectaculares frescos de Miguel Ángel.
- Monumento a Victor Manuel II: se sitúa en la plaza de Venezia y está dedicado al primer rey de la Italia unificada.
- Boca de la Verdad: es una máscara de mármol en la iglesia de Sta. Mª in Cosmedin. Cuenta la leyenda que mordía a quién no decía la verdad.
- Castillo de San Angelo: está muy cerca del Vaticano. Es una fortaleza construida junto a la rivera del Tíber. Es más bonito por fuera que por dentro. Eso sí, desde la azotea se ven una vistas espectaculares de la ciudad.
Por cierto, sácate el Roma Pass. Es una tarjeta con la que el transporte público te sale gratis y también dos monumentos/museos y para el resto te hacen descuento. Sólo válido para Roma, no para la Ciudad del Vaticano.
Mucho ojo con el tráfico. Los coches no van a pararse para que cruces aunque estés en un paso de cebra. Te sortearán mientras cruzas. Conducen como locos!!!
Si vas con tu pareja no te olvides ir al Puente Milvio. En este puente romano los enamorados colocan un candado con sus nombres y tiran la llave al Tíber como símbolo de su amor. Como está un poco apartado del centro te vas encontrando candados por el resto de la ciudad, jeje.
Solo me queda decir Arrivederci Roma…
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